miércoles, 1 de marzo de 2017

La formación y el desarrollo
profesional docente



Según Soussan (2002: 123) “la problemática de la formación de los maestros y de una manera general de todo participante en el sistema educativo, es un tema prioritario. La formación de los profesores está en el corazón de la evolución del sistema educativo”. Así, si se habla en términos pragmáticos, la eficiencia y eficacia de una propuesta educativa tiene necesariamente que ver con la calidad del maestro; y, en términos sociales y humanos, con el propósito de una educación de calidad que transforme y mejore las condiciones de vida actuales.

En tal sentido, la formación docente no es una estrategia para enseñar a enseñar, sino un asunto de mucho más fondo: los cambios en las teorías y enfoques pedagógicos y didácticos que siempre tienen algo que aportarnos; la masificación del mundo universitario; el nuevo tipo de estudiante, dados los cambios generacionales y culturales; las nuevas generaciones de profesores universitarios; las estructuras institucionales y retos frente a nuevas formas de ver la universidad; entre otros muchos aspectos, nos hacen ver que la formación es una necesidad no sólo de actualización, sino de atención a todos estos retos y exigencias.

Esta necesidad exige enfrentar otro obstáculo planteado por Peña, (2003: 9): “la resistencia y los miedos que impiden a muchos profesores y profesoras tomar conciencia de la necesidad de formarse como docentes … A través de sus distintas experiencias académicas como alumnos y alumnas de distintos niveles educativos, perciben que ser profesor universitario es dominar un conocimiento de alto nivel”. Así, al ser profesor universitario pareciera que se cuenta de por sí con la idoneidad para impartir conocimiento de nivel científico; pero como cualquier profesión requiere de formación y actualización.

La formación de profesores debe ser integral, debe incluir teoría y práctica y ser flexible y contextualizada. Para esto se requiere de una estructura completa que abarque características como las siguientes, algunas de las cuales son expuestas por Sánchez (s.f.) y Peña (2003): realista, coherente, flexible y viable; que promueva un aprendizaje activo y considere las concepciones y experiencias de los profesores en su propio proceso; que impulse estrategias cognitivas y metacognitivas para el aprendizaje de los propios docentes; que desarrolle procesos de asesoramiento y apoyo; que promueva el aprendizaje entre iguales.

martes, 14 de febrero de 2017

SER  MAESTRO


Ser maestro es una facultad excepcional, que se desarrolla en algunos seres humanos. A todos los llamados maestros no se les desarrolla ésta.

La experiencia conseguida con los años, y enriquecida con los aprendizajes obtenidos en el curso de su práctica, son los mejores indicadores si ésta ha sido desarrollada o no.

Quien es maestro, deja huella, trasciende entre sus dirigidos. Para esto, ese ser humano debe poseer algunas capacidades especiales, y desarrollar talentos que le permitan trascender en los demás.

Se es maestro cuando se orienta, cuando se conduce, cuando con amor se acompaña; cuando se comprende al otro y se ayuda a que este entre en el camino que es. Ese camino que ya el maestro caminó. El maestro entiende que se le debe esperar.

No es maestro el que trasmite conocimientos. Lo es, quien posibilita que el otro los construya. No es maestro, quien queda contento porque su alumno, o alumna le dijo al pie de la letra la lección, la tarea, el examen;  o porque le presentó muy bonito el cuaderno.

 Es maestro, el que logra que sus dirigidos comprendan sus orientaciones, las hagan suyas, las modifiquen de acuerdo a sus propios pensamientos y sensaciones; entonces serán capaces de llegar por si mismos a la meta anhelada por él.

Quien es maestro, cree que el aula, la clase, el tiempo de relación con ellos, con ellas, no tienen como fin tratar el tema que planificó y que el programa manda a tratar. Cree firmemente que ese espacio, ese momento es para que puedan salir a resolver problemas cotidianos que la vida presenta todos los días.

Si ello no ocurre, el trabajo no tendrá verdadero sentido, ya que el fin primero  y último de la educación es aprender a desenvolverse eficientemente en la vida, a partir de un sinnúmero de herramientas conseguidas en la escuela.


Por: Fernando Eugenio Rentería Garzón 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

SITUACIÓN PROBLEMA



Los estudiantes del grado cuarto ingresan al salón después de su descanso, pero la docente demora en llegar 5 minutos, mientras tanto los estudiantes aún están comiendo dentro del salón y botan un papel, en ese momento ingresa la docente y pregunta quién lo hizo, inmediatamente la mayoría culpan a uno de sus compañeros que todo el tiempo estuvo sentado, la docente le pregunta y el dice que no fue, ella le pide que recoja el papel pero el se niega, así pasa por tres veces, al ver que el estudiante no lo recogió y siempre dijo que el no había sido, la docente recurre a hacerle una amonestación por escrito, diciendo que era grosero, indisciplinado y fomentaba el desaseo. Usted como docente que haría?  Lo acusa y lo amonesta sólo porque sus compañeros dijeron que había sido el, cuando la mayoría estaban comiendo dentro del salón?

Por: Yenny Calderón 
Situación problema

 Eres docente de una escuela rural, y hay estudiantes que tienen que caminar horas para llegar. Un día en reunión de padres, la profesora le pregunta si sus dos hijos están bien, puesto que no fueron a estudiar. El padre de familia se sorprende y dice que él se fue a trabajar y los vio irse camino a la escuela.
¿Cómo actuarias si esto llegase a pasarte como una futura docente de esta escuela?

¿Qué soluciones darías?

Por: Susana Villamizar Pineda.

martes, 29 de noviembre de 2016

SITUACIÓN PROBLEMA 





Es docente de la zona rural, se da cuenta que los estudiantes no rinden académicamente como a usted le gustaría, empiezas a investigar y  te das cuenta que todos desde los 3 años toman guarapo y caponera (aguardiente), usted como docente como actuaria ante esta problemática que se ve a diario en las zonas rurales.

Por: Elizabeth S.

viernes, 25 de noviembre de 2016

SITUACIÓN PROBLEMA 

En el salón de clase, hay una  estudiante con un problema cognitivo avanzado, en la parte académica responde de manera eficiente, pero al realizar actividades en el aula de clase de forma individual, distrae a sus compañeros y vive en constante discusión con los mismos, ¿qué haría usted como docente para mejorar el ambiente? O ¿qué estrategia utilizaría para captar la atención de la estudiante sin afectar a los demás estudiantes? 

Por: Alejandra R.

SITUACIÓN PROBLEMA 

En el salón de clase del grado 4°  hay un alumno que  es demasiado problemático y  le gusta molestar a los demás compañeros , y en muchos casos le habla mala a la docente, hasta ha llegado al punto de agredir físicamente, en este caso usted ¿Cómo reaccionaría en esta situación?  

Por: Julieth L.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

SITUACIÓN PROBLEMA 




En el grado quinto la profesora sale el baño y deja solo a los estudiantes, cuando ella regresa encuentra que dos estudiantes se han golpeado bruscamente, ella no sabiendo que hacer le dice a todos sus estudiantes que no lleven el caso a rectoría.


¿Qué harías si estuvieras en la posición de esta docente?

Por: Jenny Marcela Gelvez Gelvez

sábado, 5 de noviembre de 2016

Lectura del material: 

Por una práctica reflexiva 

A partir de la siguiente cita textual de Torres (1999) que a la letra suscribe: “la necesidad de un nuevo rol docente ocupa un lugar destacado en la retórica educativa actual, sobre todo de cara al siglo XXI y a la construcción de una nueva educación” (p. 2); es más que contextualizada la aportación anteriormente referida, dada la crisis en la que se sumerge la actividad áulica del docente, huelga decir la multidiversidad factorial que inhibe un excelente desempeño académico, reflexivo, con visión y formación social (dobles plazas, escasa formación académica, masificación grupal, politización, escuelas multigrado, pobreza, exclusión social, explotación laboral, cinturones de miseria, entre otros factores). 

Es imprescindible la reflexión del docente, en primer lugar, para determinar el tipo de quehacer pedagógico que está desempeñando, autocriticar si es transmisor de parcelas de conocimiento, si trabaja por cubrir un horario y devengar un salario, improvisa clases y no planifica, se sustrae del trabajo colaborativa y/o colegiado, se resiste al uso de las nuevas tecnologías de información y la comunicación (tecnofobia), su actividad fortalece el marco de la “cuasi profesión” en la que se desarrolla y, se desprofesionaliza ante los ojos de la sociedad, invariablemente reprobatorios, toda vez que dicha actividad está considerada como una “semiprofesión” además de la carencia de un cuerpo de conocimientos propio. En segundo lugar, el rol del nuevo docente debe centrarse en una práctica de enseñanzaaprendizaje que logre recuperar contenidos de formación y reflexión in situ, Torres (1999) alude el siguiente comentario sobre la reflexión del docente: “Reflexionar sobre los propios modos de aprender y enseñar es un elemento clave del “aprender a prender” y del “aprender a enseñar”. La reflexión y la sistematización crítica y colectiva sobre la práctica pedagógica está siendo crecientemente incorporada en experiencias innovadoras localizadas e incluso en programas masivos, nacionales, de formación docente en muchos países, pero falta aún asegurar las condiciones y afinar los mecanismos para que dicha reflexión sea tal y produzca nuevo conocimiento” (p. 12).

 Es decir, la reflexión del docente debe estar centrada y situada en lo que hace y cómo lo hace para que sus discentes aprendan de manera significativa, el docente debe autoanalizarse y hacer una valoración real respecto de si es o no facilitador de aprendizajes en su práctica profesional, que no únicamente como instructores, sino que desarrolle inherentemente procesos cívicos, éticos y críticos frente al ejercicio pedagógico que practica, así como del currículum que interpreta y desarrolla, dado que en muchos casos el proceso enseñanzaaprendizaje es realizada acríticamente tanto por docentes y educandos. Parafraseando a Fenstermacher (1986) éste sugiere que un docente reflexivo debe adicionar categorías innovadoras como la virtud y las intelectuales al desarrollo de su “cuasi profesión” y, la primera (virtud) despliega estrategias axiológicas como la honestidad, el respeto, la amplitud de criterio y la fiabilidad, entre otras, mientras que el arista de la intelectualidad tiende a desarrollar la humildad, la creatividad, la aptitud reflexiva y la imparcialidad. Es decir, el docente debe desarrollar su propio estilo de enseñanza-aprendizaje, el cual debe exhibir, adecuar y tratar de que sea pertinente a los contenidos que imparte y obviamente, a las necesidades de los educandos, del contexto y de la edad del estudiante. Es por demás importante hablar de la reflexión que el docente debe realizar sobre su práctica profesional que desarrolla cotidianamente, sin embargo, tal parece que la realidad es otra, por la carencia de la misma en las aulas, de ahí la necesidad de fortalecer la visión con aportaciones de estudiosos del currículum y, en este caso la pertinencia teórica de Schón (1987), coadyuva a mejorar la práctica pedagógica genuinamente reflexiva, cuando el docente atienda ciertas zonas indeterminadas de la práctica como la incertidumbre, la singularidad y el conflicto de valores que pasan desapercibidos para los cánones de la racionalidad técnica. 

En síntesis, el autor antes señalado menciona que los profesionales en general no saben ejercer su práctica (cita a abogados, ingenieros, profesores, doctores), es decir, existe un marco de ineficiencia y deshonestidad profesional, lo que conlleva a dimensionar las instituciones como figuras que no saben enseñar las más elementales categorías para el desempeño profesional eficaz y ético.

De tal forma, que es absolutamente necesaria la instauración de una nueva epistemología de la práctica docente en aras de reformular un replanteamiento de la formación para consolidar una práctica genuinamente reflexiva. Cuando Schón (1987) argumenta la visión del prácticum reflexivos, contribuye a la reconceptualización del docente, que es el caso de interés, el cual debe desarrollar ciertas prácticas profesionales capaces de coadyuvar en la formación de los estudiantes, para la adquisición de formas artísticas en el desarrollo inteligente de las zonas indeterminadas de la práctica, es decir, un prácticum reflexivo es aquél que echa mano del arte para el perfeccionamiento de su práctica y, en el caso del docente, éste debe prepara a sus estudiantes para ser competentes en las zonas indeterminadas anteriormente señaladas. Una de las máximas del autor antes señalado (Schón) es la que hace referencia al “aprender haciendo” por parte de los educandos, así, el docente debe precisamente situar su aprendizaje interactuando con las nuevas tecnologías, es decir, allegarse de las competencias necesarias para utilizar las nuevas tecnologías informacionales como herramientas para el fortalecimiento de la educación y su auto-profesionalización permanente. 

 En este sentido, la profesionalización del docente es para ciertos críticos y/o estudiosos del currículum casi una profesión, mientras que para otros, es una profesión con letras mayúsculas y, para un servidor a manera de interrogante cuestiona la primera visión; ¿Por qué el docente si es capaz de formar profesionales, su actividad no es vista como tal? considero que de entrada, aparece una gran contradicción que revierte la visión respectiva. Sin embargo, antes de entrar a polemizar al respecto de dicha o no profesionalización, es menester teorizar y fortalecer ambas visiones con las aportaciones de algunos autores; Fernández (1995) es un crítico muy agudo que conceptualiza al docente en un marco de desprofesionalización imperante, por la escasa profesionalización de los mismos (de los profesores); claro, a diferencia de otras profesiones socialmente reconocidas. Este autor reconoce la cabida del docente en el marco de la desprofesionalización que, en comparación con profesionistas universitarios, no existe sanción alguna si éste desempeña negativamente su labor docente en el nivel secundario o universitario, así como el desprecio observado en la preparación profesional del docente quien habrá de educar seres humanos y formar personas educacionalmente, debido a la minucia intelectual que prestan en sus formación inicial y qué decir de la profesionalización a lo largo de su desempeño académico. Fernández (1995) suscribe lo siguiente cuando ocurre lo contrario al párrafo antes suscrito: “Llama la atención el hecho de que se considere como algo excepcional, progresista y novedoso, que los profesores se incorporen a actividades de auto perfeccionamiento profesional o de la investigación en la acción, a fin de mejorar su práctica: son muchos, demasiados, los padres y adultos que no perciben diferencias sustanciales entre lo que se hizo con ellos, cuando frecuentaban la escuela, y lo que ven que se sigue haciendo con sus hijos, y hasta con sus nietos” (p. 9). 

 De esta forma, la profesionalización docente, reta a los mismos al desempeño de un performace en la acción, en la reflexión, en la tecnología informacional, en la ética, en la cultura profesional y porqué no, en la política educativa, para lo cual se requieren fomentar las rupturas epistemológicas correspondientes, de orden racional técnico por un lado, y por el otro, la instauración consciente de un modelo organicista progresista, holístico y sin duda alguna subjetivo y complejo. 

Fuente: http://www.umng.edu.co/documents/63968/80124/14.pdf 

Ejercicio:
1. Realiza una reflexión a partir de la lectura anterior. 

martes, 1 de noviembre de 2016

SITUACIÓN PROBLEMA



En la planta de docente, existe un profesor conflictivo que no desea realizar actividades con sus colegas, odia integrarse y tener que trabajar en equipo. Se asignaron actividades por conjuntos de grupos y a usted le toco trabajar con él. ¿De qué manera usted ayuda a este docente a cambiar dicha actitud?

Por: Leidy Suárez  Caicedo

SITUACIÓN PROBLEMA





PEDRO Y LUCIA PELEARON EN EL RECREO , COLOCÁNDOSE APODOS ENTRE ELLOS. .LUEGO EN CLASE NINGUNO DE LOS DOS PRESTAN ATENCIÓN A OTRA COSA QUE NO SEA MOLESTAR AL OTRO CON BURLA Y GESTO.

¿DE  QUÉ FORMA USTED RECUPERA LA ATENCIÓN DE ESTOS DOS ESTUDIANTES?.

POR: NERY BECERRA